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No sé si te has parado a pensar que el packaging es la carta de presentación de la mayoría de los productos que manejamos en nuestro día a día. Todo lo que tenemos a nuestro alrededor, o casi todo, tiene un envase, y aunque a simple vista no lo analicemos, desde sus materiales hasta su ergonomía nos están dando información relevante sobre él.
Pero, ¿cuál es su principal propósito? El packaging tiene diferentes funciones: la más importante podríamos decir que es proteger el producto de posibles daños desde el momento de su fabricación hasta el momento de llegar a nuestras casas, la siguiente es ofrecer información sobre el artículo, y la tercera se basa en ayudar en la estrategia de marketing.
Un mundo lleno de creatividad
Hoy en día la competencia entre distintas marcas es muy grande y la diferencia entre productos cada vez más pequeña. En esta problemática es donde entra la necesidad de dotar a nuestro artículo de valor añadido, representando nuestra identidad y haciendo que destaque entre el resto para obtener un mejor posicionamiento. Al final, si nos paramos a pensar, el primer contacto que tenemos con un producto físicamente pasa, sí o sí, por su envase, por lo tanto, éste juega un papel fundamental en la decisión de compra.
Un buen packaging hace perdurable la imagen de marca de nuestro producto si cumple con las siguientes características:
- Funcional
- Reciclable
- Creativo/Estético
Además, dentro de las posibles combinaciones de dichas propiedades, 2 claves fundamentales son: tener en cuenta la experiencia de usuario y despertar emociones. A nuestro comprador, sobre todo con el auge de la compra online, le gusta saber que su paquete se ha tratado con mimo. La forma en la que se presenta, la disposición del producto cuando lo abres e incluso añadir alguna nota personal mejorará la experiencia y finalizará más satisfecho.
Según un estudio de The Paperworker, alrededor del 52% de los consumidores online volverían a un negocio si recibieran su producto en un envase de alta calidad, y el 74% de los consumidores compartiría con toda probabilidad una foto del envase del producto en sus redes sociales.
Truquitos, truquitos
Dar vida a nuevas ideas puede ser una tarea difícil teniendo en cuenta todos los factores que entran en juego, pero os dejamos unos pequeños trucos que siempre ayudan a la hora de conseguir un buen resultado:
Mira a tu alrededor
Es importante conocer lo que está haciendo la competencia para saber por dónde nos podemos diferenciar. Hacer un breve análisis de lo que se lleva a cabo por parte de ellos, así como las tendencias del sector serán claves para empezar
Preparados, listos….
Antes de ponerte manos a la obra, determina cuáles son tus necesidades:
- Qué opciones tienes
- Costes de producción y envíos
- Cuál es la mejor solución para tu producto
Saca el metro y mide, los cm son importantes. Resulta imprescindible saber cuánto ocupará tu producto para construir el envase, ya que te ayudará a pensar en soluciones adaptadas al artículo y te permitirá ir más rápido a la hora de hacer pruebas. Además, la dimensión de los envases es importante a la hora de decidir materiales, saber los costes de producción, etc.
¡Curiosidad al poder! Explora los tipos de envases y materiales
Como verás, hay muchos pasos antes de ponerte a bocetar el packaging. Hacer una investigación de materiales y decidir cuáles quiero en mi creación te ayudará a sentar bien las bases y tomar mejores decisiones.
Piensa en el consumidor
Como en toda estrategia de comunicación, diseño o marketing, el público al que no dirigimos será la base para tomar nuestras decisiones. Si tenemos un producto de alimentación, el envase no será igual si nos dirigimos a un público infantil que si nos dirigimos a uno adulto. Por eso, el packaging también es fundamental que se adapte al consumidor y que entienda al público objetivo para aprovecharlo como canal directo.
Prueba, prueba y prueba
Un buen packaging no saldrá a la primera, son muchas las decisiones que se tienen que tomar y todas deben funcionar en su conjunto. Lo más importante a la hora de empezar un proyecto de estas características es probar todos los diseños que hagas y tomarte tu tiempo para que surjan dudas y soluciones. Antes de centrarte en la identidad, haz maquetas y prototipos del envase, imprime y úsalo para saber si cumple con las funciones establecidas. Recuerda que estamos hablando de un diseño que va más allá de la estética.
Ahora sí, ponlo guapo
Cuando ya tengas el envase decidido, es hora de construir el troquel y empezar a dotarlo de tu identidad. Recuerda que debes comunicar los datos más técnicos del artículo, pero también mensajes que apelen directamente al consumidor y que vayan en sintonía con tus valores.
Trends en el packaging actual
Otro aspecto extra al que deberíamos prestarle atención a la hora de crear nuestro packaging son las tendencias. Y diréis, ¿pero las tendencias no son algo efímero? ¿Cómo las aplicamos a un diseño que a priori debería considerarse perdurable? Hay clásicos que nunca fallan y que pueden ayudarte a definir tu marca.
Minimalismo, neutralidad y simplicidad
El diseño minimalismo lleva muchas épocas siendo importante y no parece que vaya a marcharse. Aunque muchas veces cueste vaciar visualmente un diseño, y más cuando hablamos de un envase que compite que mucho estímulos, trabajar un envase simple juega un papel importante, porque activa el lado intuitivo del consumidor, le aporta un tono elegante y consistente, consigue que el usuario centre la atención y le confiere un carácter “unisex”.
Ilustraciones
Este recurso ha ido en aumento a lo largo de los últimos años, y casi podríamos decir que todas las marcas, en mayor o menor medida, hacen uso de él, sobre todo cuando hablamos de packaging. Ya sea ilustración digital, patterns, estilo vintage etc., la libertad creativa que se expresa a través de ellas se palma en los envases que nos rodean.
Vintage y artesanal
Esta estética, como el minimalismo, lleva tiempo siendo un clásico (nunca mejor dicho) al que recurrir. Con este estilo conseguimos darle personalidad y exclusividad a nuestro envase, ya que se caracteriza por el uso de tipografías manuscritas, ilustraciones retro, fotos en blanco y negro, elementos desgastados o materiales craft, despertando la nostalgia en los consumidores. Por esta razón, el uso del aspecto vintage es ideal cuando se quiere atraer a un público old school o interesado en ello.
Sostenibilidad
Y por último, pero no por ello menos importante (y menos hoy en día) es el diseño sostenible. No hace falta decir que hoy en día la tendencia natural de los consumidores está siendo preocuparse e interesarse por el cambio climático, y este cambio lleva a las marcas a replantear su estrategia y plantear la necesidad de crear packagings más sostenibles, éticos y eco-friendlys.
Y así, grosso modo, te hemos contado la importancia de un buen diseño de packaging y los consejos principales para ponerte manos a la obra. Si tienes alguna duda, ¡escuchamos con las orejas bien abiertas!. Estaremos encantados de volver a darle brillo a nuestra bola de cristal, perdón… de ayudarte.
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